Los turistas acuden en masa a este hermoso país a pesar de ser "el más peligroso del mundo"

A pesar de ser uno de los lugares más peligrosos del planeta, un país asiático está experimentando un aumento en el número de turistas. Afganistán , a menudo considerado el país más peligroso del mundo, ha obtenido sistemáticamente la puntuación más baja en el Índice de Paz Global entre 2018 y 2024, en un contexto de disminución de la violencia.

Se clasificó como de riesgo "extremo" en el mapa de peligro de 2024 debido a la intensa lucha política y los disturbios generalizados, junto con la proliferación de delitos violentos y menores. Sin embargo, los visitantes siguen acudiendo en masa, con estadísticas que indican un aumento de 691 turistas en 2021 a 2300 en 2022, y un notable aumento a 7000 en 2023.

Euronews sugiere que este improbable destino turístico debe su auge a las mejores conexiones aéreas a través de Dubai y al atractivo de pasar las vacaciones en un lugar extraordinario.

Las visas turísticas para Afganistán siguen siendo costosas y difíciles de obtener, y las relaciones internacionales están deterioradas tras el resurgimiento de los talibanes: ninguna nación reconoce su derecho al poder.

La capital, Kabul, tiene la mayor cantidad de vuelos internacionales, pero ningún aeropuerto afgano tiene rutas directas con los principales mercados turísticos como China, Europa o India y las aerolíneas evitan en gran medida el espacio aéreo afgano.

También existen problemas con la red vial, que está semi-pavimentada o es inexistente en algunas partes del país. Además, la infraestructura vial local sigue estando subdesarrollada, las rutas completamente pavimentadas son escasas y algunas zonas carecen por completo de carreteras, informa el Express .

Mohammad Saeed, jefe de la Dirección de Turismo de Kabul, tiene grandes planes para que Afganistán se convierta en un foco turístico, con el apoyo de los altos mandos talibanes.

En un intento por impulsar el turismo, Afganistán está fomentando futuros talentos a través de un instituto dirigido por los talibanes que capacita a hombres en turismo y hospitalidad, con el objetivo de atraer a más visitantes.

Los 30 estudiantes varones del instituto, de distintas edades y orígenes pero que comparten una falta de conocimiento de la industria, están aprendiendo los trucos para atraer turistas.

Samir Ahmadzai, graduado de la escuela de negocios y uno de los estudiantes entusiastas, compartió su visión: "La gente oye que Afganistán es un país atrasado, pobre y lleno de guerra. Tenemos 5.000 años de historia. Deberíamos empezar una nueva página en Afganistán".

El plan de estudios abarca la artesanía y la antropología afganas, pero también hay un enfoque informal en la gestión de las interacciones con mujeres extranjeras, cuyos hábitos podrían entrar en conflicto con las normas locales y las reglas talibanes.

Los talibanes han endurecido las regulaciones sobre la vestimenta y los viajes de las mujeres, exigiéndoles que tengan un acompañante masculino.

Para las mujeres afganas, la vida se ha vuelto más restrictiva, con opciones limitadas de socialización pública y cierres de gimnasios y salones de belleza.